Siempre tirando del hilo para llegar al origen.

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Mi trabajo creativo siempre ha sido autobiográfico. Siempre he contado aquello que estaba transitando. Es mi forma de sanar, de colocar. Es una terapia en sí. Este momento no iba a ser menos.

 

Hace unos meses me sentí expuesta, traicionada y decepcionada. Algo muy importante y doloroso para mí fue difundido sin mi consentimiento. Pero ahí no quedó la cosa, a eso le siguieron mentiras, amenazas y calumnias. Un nuevo punto de inflexión en mi vida.

 

Sentí la necesidad de ir hacia dentro de refugiarme en mí. En un lugar seguro. Mucha energía que canalizar, muchos pensamientos que colocar, muchas emociones que transitar. Y así apareció este proyecto. Tirando del hilo vas yendo hacia dentro, hacia tus valores, hacia tu fuerza interior. 

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La expresión artística, sea en el soporte que sea, siempre ha sido una gran aliada para mí llegando incluso a sentirla como terapia. 

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Siempre desde el autoconocimiento y las emociones. Siempre descubriendo nuevas formas de expresión de aquello más íntimo. 

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Este proyecto me ha ayudado a poner límites y coger una espada para defenderme y luchar por mí. Corre...

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Volviendo a la aguja y al hilo, utilizando el retor como soporte principal. Puntada a puntada, tirando del hilo se van deshaciendo los nudos y en un acto meditativo voy acercándome a lo más profundo y a mi esencia.

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Un proyecto que va más allá de la obra artística en sí, en el que exploro mis miedos, me permito soltar mi perfeccionismo y profundizo en mis propios procesos mentales.